Vivir en el diseño es el poder conectar el entorno con el modelo arquitectónico provocando una sensación única que como consecuencia se vuelva algo exclusivo de alta calidad, es poder comercializar el diseño y no solo crear por vender sino por darle un nuevo sentido generando un ambiente perfecto con el exterior y unirlo con el interior. Cuando se logra esto es cuando la imaginación no tiene límites y está dispuesta a experimentar una nueva manera de transformación en el espacio.
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